viernes, 22 de enero de 2021

¿Sabías que en España se suicidan 10 personas al día?


¿Sabías que en España se suicidan 10 personas al día?
Según los datos del Instituto de Estadística, en España se registran en torno a 10 suicidios al día, tres de cada cuatro son varones y son el doble que las muertes por accidentes de tráfico.
Además los expertos calculan que alrededor de 8.000 personas al año intentan quitarse la vida, generando secuelas físicas/psíquicas y convirtiéndolos en población de alto riesgo. 



Según la OMS, a nivel mundial, cerca de 800.000 personas se suicidan cada año, siendo la segunda causa principal de muertes en la población comprendida entre los 15 a 29 años.

¿A qué se deben?

Según los expertos hay varios factores, que los vamos a clasificar de la siguiente manera:

- Factores genéticos
- Factores físicos (trastornos psiquiátricos, funcionamiento de neurotransmisores)
- Factores ambientales (sociales)
- Intentos previos


Factores genéticos:
Según recientes estudios, se ha detectado un patrón entre los hijos que sufren depresión de padres que también padecen este trastorno.
La depresión puede aparecer debido a un déficit de las hormonas endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina presentes en el cerebro.
Esta condición puede heredarse de los padres, haciendo que sea un trastorno hereditario.

Factores físicos:
Algunos trastornos influyen considerablemente en la vida de las personas. Algunos de ellos conducen a la persona al suicidio. Citamos algunos trastornos relacionados:

- Depresión: Las personas que tienen depresión presentan una probabilidad de riesgo de suicidio 20 veces superior en comparación a la población general. Dentro de esta población se ha visto que aquellas personas con anhedonia grave (incapacidad para disfrutar de actividades que antes eran placenteras), insomnio, rasgos de personalidad obsesivo-compulsivos y con desesperanza alta presentan un mayor riesgo de matarse.

- Trastorno Bipolar: Quienes han sido diagnosticados con este trastorno presentan una probabilidad de riesgo de suicidio 15 veces mayor en relación a la población general.

- Trastorno por Estrés Postraumático: Se ha visto que aquellas personas con TEPT que tienen intensos sentimientos de culpa es más probable que puedan llegar al suicidio.

- Trastorno de Personalidad Límite: Presentan un riesgo de suicidio de 4-8 veces mayor que la población general. La impulsividad que caracteriza a este grupo de personas puede aumentar el riesgo suicida.

- Esquizofrenia: Dentro de este grupo presentan una probabilidad hasta 9 veces mayor de terminar con su propia vida. Si la persona con esquizofrenia además tiene depresión, rasgos obsesivo-compulsivos y muestra una actitud negativa hacia el tratamiento, el riesgo aumenta.

- Abuso o dependencia de sustancias: Existe un riesgo de suicidio 15 veces mayor. En este grupo aquellas personas que además han sufrido una ruptura amorosa recientemente tienen un mayor riesgo, junto con la presencia de sintomatología depresiva asociada.


Factores ambientales (sociales):
- Estar soltero o divorciado.
- Pérdida de trabajo y ser mayor de 50 años.
- Tener pocos recursos económicos.
- Bajo nivel educativo.
- Orientación sexual (homosexual, bisexual) y personas transgénero (que son las personas con la tasa más alta de suicidios).
- Sufrir violencia de género.
- Abusos sexuales.
- Inmigración con desarraigo (perdida de las raíces culturales, familiares, etc.).
- Poco apoyo social y aislamiento social.
- Bullying
- Abuso de drogas.


Intentos previos:
El factor de riesgo de suicidio más potente de todos son los intentos previos realizados por la persona. Cuantas más veces lo haya intentado, más probable es que en un futuro pueda volverlo a intentar:

- Si los intentos previos han sido graves.
- Si ha existido un deseo intenso de morir.
- Si la persona ha intentado evitar que la descubran (por ejemplo, asegurándose de que a esa hora nadie iba a llegar a casa).
- Si se han empleado métodos especialmente letales que produjeran daños físicos considerables.


¿Qué es la depresión?

La depresión es un trastorno psicológico, que no ha de confundirse con la tristeza, que es una emoción.
Vamos a explicar, a continuación, una serie de puntos para distinguirlas:

1)Definición:
- Depresión: es una psicopatología cuyos síntomas son: tristeza, apatía, angustia, sentimiento de desesperanza; prolongadas en el tiempo (de forma crónica).
- La tristeza: es un estado anímico que se manifiesta con signos exteriores como: llanto, pesimismo, otros estados insatisfactorios.

La tristeza es un sentimiento frecuente que se puede presentarse en diferentes grados de intensidad, desde la tristeza pasajera que finaliza cuando la causa que la ocasionó desaparece por lo que puede durar minutos u horas, o la tristeza profunda o intensa que puede persistir por varios días o semanas, puede ser tomada como una señal de un problema más complejo como la depresión, que sería mejor tratar con una ayuda profesional.


2)Pruebas de neuroimagen:
Como dicho anteriormente, uno de los factores que se daban era el físico. Podemos visionar como las personas con depresión tienen un nivel de activación en varias zonas del cerebro claramente inferior a las personas sanas. En el caso de la tristeza, estos niveles no se ven afectados por ser episódicos y aislados, pero si son claramente visibles en una persona depresiva.


3)Abulia:
Volviendo a recalcar que la depresión es más intensa y duradera que la simple tristeza, una persona con depresión presenta "abulia", es decir, la incapacidad de cumplir acciones de la vida cotidiana (salir de casa, peinarse, arreglarse, asearse, etc.) porque falta el motor de la iniciativa para cumplir cualquier acción, ya que no logran encontrar motivos válidos para enfrentarse a todas las cosas que nos enfrentamos en el día a día. La causa de estas manifestaciones conductuales se encuentra en el deterioro del sistema nervioso e inmunológico, no es una elección de la persona.


4)Diferencia cualitativa y cuantitativa:
Claramente la tristeza es uno de los síntomas de la depresión, pero hay una diferenciación cualitativa, es decir, es una tristeza más intensa, y cuantitativa, es decir, dura durante un tiempo mucho más prolongado que unas horas o días, haciendo que, a la larga, no se pueda identificar los motivos del malestar (al contrario de la tristeza).


5)Terapia:
La tristeza no necesita terapia, la depresión sí. Actualmente se encargan de la depresión profesionales como psicólogos y psiquiatras. No hay una cura clara y universal y los profesionales siguen investigando este fenómeno para encontrar más respuestas. Aun así, tanto los psicólogos (que hacen diagnósticos certeros y una terapia enfocada en la reestructuración cognitiva) como los psiquiatras (que utilizan, en caso necesario, fármacos) son las personas a las que se debe acudir.

Por lo tanto, podemos concluir que la tristeza puede ser un signo de la depresión, cuando su frecuencia es duradera en el tiempo y su intensidad es elevada (intensa, grave), y que hay que acudir a profesionales para su diagnóstico y tratamiento, como cualquier otro tipo de enfermedad o trastorno, evitando el tabú que se ha creado en la sociedad entorno a la terapia.


¿La falta de dinero es factor determinante?

Mucha gente asocia la pobreza o la falta de estabilidad económica con la desencadenante de un suicidio. Como mencionado antes, la inestabilidad económica es uno de los factores, pero no es el único. En el imaginario popular persiste la idea de que el dinero produce felicidad. Esto es rotundamente falso. La estabilidad económica puede generar una tranquilidad en la persona, pero esto no la exime de poder tener cualquiera de los factores anteriormente comentados. Incluso el exceso de dinero puede crear otros tipos de problemas emocionales.

Vamos a nombrar casos famosos a lo largo de la historia y de la historia reciente para desmitificar esta falsa creencia:


Personajes históricos como Ernest Hemingway, Virginia Woolf o Marilyn Monroe, decidieron cometer suicidio a pesar de la fama y del éxito que tuvieron.

Pero también podemos citar personajes más recientes: Chester Bennington, Chris Cornell, Avicii, Kurt Cobain y uno de los más mediáticos, Robin Williams.

Personas que aparentemente "lo tenían todo", pero que optaron por suicidarse cada uno por factores como trastorno de bipolaridad, depresión, adicciones, todos nombrados anteriormente.


Pero, ¿esto cómo afecta a la sociedad?

Pues, hablando fríamente podemos evaluarlo de dos maneras: a nivel económico y a nivel humano.

Aunque no guste, hay que tener en cuenta también este factor: el estado invierte dinero en la formación de los individuos para que estos generen riqueza y aporten su granito de arena en la sociedad. Como comentado antes, el suicidio es la segunda causa de muerte en el mundo en personas entre 15 y 29 años, esto se traduce en inversión perdida.

Además, está el lado humano. La muerte de una persona afecta a la gente que lo rodea también. Esto comporta una sociedad cada vez más trastornada, que no da la justa importancia a las enfermedades mentales. Un suicidio genera una secuela en la gente próxima que marcará las vidas de esos individuos. Por no hablar del talento que podría haber aportado ese individuo en la sociedad.


¿Cómo puedo detectar el problema y qué puedo hacer al respecto?

Claramente no podemos sustituir el papel de los profesionales (psicólogos y psiquiatras) pero si podemos aportar nuestro granito de arena para conducir esa persona a otra dirección.


Conductas que podemos apreciar en gente depresiva que podría suicidarse:

- Habla o escribe sobre el deseo de morirse: entre los jóvenes esto puede ocurrir de forma sarcástica, pero no hay que bajar la guardia y creer que esto es solo una broma o algo parecido, sino darle la importancia de que alguien nos está alertando de un posible suicidio.

- Amenaza con suicidarse: mucha gente cree que el suicidio suele ser improviso y silencioso, y el que de verdad quiere acabar con su vida lo hace y punto, pero esto es falso. Cualquier amenaza de suicidio (aunque parezca una intensión de llamar la atención) es posible que se convierta en realidad, por el motivo que sea.

- Expresa baja autoestima: las personas depresivas suelen expresar a menudo sentimientos odio a sí mismas, culpabilidad, y en general una baja autoestima. De por sí, una baja autoestima deja entrever un desequilibrio emocional de la persona y conduce a un posible signo de depresión.

- Alteraciones del sueño o del apetito: una considerable alteración podría indicar un estado emocional anormal en el individuo. Por ejemplo, el dormir muy poco o por lo contrario el querer dormir demasiado, creando una irregularidad en la persona, puede ser un síntoma de la depresión. También el apetito puede incrementar (con ansiedad, por ejemplo) o disminuir, con la consecuencia de perder peso (estéticamente visible) y energía (cansancio crónico).

- Descuido personal: poca higiene, ir desarreglado o poca importancia al aspecto físico, son signos visuales que podemos detectar fácilmente. Como mencionado anteriormente, el no tener motivación genera una despreocupación en la imagen personal.

- Se muestra triste, apático, irritable, pesimista...

- Bajo rendimiento académico o laboral: siempre relacionado con la abulia, sin motivación cala el rendimiento

- Adicciones (alcohol y drogas): algunas personas se refugian en adicciones a sustancias que alteran temporalmente su realidad, pero en ocasiones estas sustancias producen un incremento temporal de las preocupaciones o emociones del individuo, además de incrementar la impulsividad (pudiendo optar por suicidarse).

- Muerte de un familiar o amigo: esto provoca claramente un estado de tristeza profunda y es normal. El problema aparece cuando este sentimiento no es procesado de la forma correcta, durando un tiempo más largo de lo habitual y creando conductas diferentes como las mencionadas antes.


Según varios expertos, el suicidio es un asunto del que se tienen que encargar no solo las instituciones sanitarias, sino también la sociedad como conjunto y el círculo más cercano de las personas afectadas.

Podemos ofrecer un apoyo psicológico y aconsejar acudir a profesionales:

- Escuchar atentamente: una escucha activa es más que suficiente para apoyar de forma correcta a la persona afectada. Dejarla hablar libremente y mostrar interés, dando importancia a lo que comenta la persona (sin juzgar de ninguna manera las emociones y los hechos), es clave.

- Tomar en serio la amenaza de suicidio: como dicho antes, no es verdad que una persona que amenaza con suicidarse no se va a suicidar y solo quiere llamar la atención. Si una persona expresa la voluntad de acabar con su vida, ya sea porque quiere llamar la atención (eso no significa que no vaya a intentarlo y lamentablemente a conseguirlo, dependiendo de los casos) o porque es una última forma de pedir ayuda a la desesperada (no sabiendo que hacer, se intenta pedir ayuda de forma drástica, pero menos drástica que el acto en sí). Toda amenaza tiene que tomarse más bien como una advertencia, y es mejor prevenir, porque no hay cura.

- Motivar a la persona a buscar ayuda profesional: no es solo el sugerir ir al psicólogo (o psiquiatra), sino el motivar esa persona a acudir a un profesional, por ejemplo, recalcando que es algo natural y no algo solo destinado a personas conflictivas. Podemos realizar una búsqueda de profesionales y sugerir acudir a tal lugar, para conducir a la persona y no solo darle una idea, pero dejándola a su iniciativa. Otra forma es ofrecerle acompañar al centro, para motivar a ir y no dejándola a que vaya por su propio pie, ya que la abulia (falta de interés y disfrute) podría impedir a esa persona dirigirse al lugar.

- Permanecer con esa persona y evitar dejarlos solos: es preferible que esa el individuo permanezca acompañado en la mayor medida posible. Y sobre todo que se encuentra fuera del alcance de objetos punzantes, armas o sustancias tóxicas.


y ¿Qué medidas toman las instituciones sanitarias?

Pues vamos a nombrar varias medidas:

- En España existen más de 200 Centros de Salud Mental a los cuales se puede acceder con facilidad así como el Programa de Prevención del Suicidio del Instituto Nacional de Salud Mental.

- Existen varias ONG, a nivel internacional, que ofrecen ayuda a través de una línea telefónica gratuita, como es el caso de Teléfono de la esperanza 717 003 717, en Madrid es 91 459 00 50, de una asociación que ofrece ayuda en momentos de crisis.

- Si la depresión (y la posibilidad de suicidio) está relacionada con la condición sexual de la persona, existen muchas asociaciones LGTBIQ+, las cuales cuentan con apoyo psicológico, ayudas sociales y de profesionales (sanitarios y legales).

- Si la depresión está relacionada con el maltrato, existe el famoso 016, un número contra el maltrato a la mujer, que también cuenta con apoyo y ayudas más específicas.

- Y, sin ir más lejos, podemos llamar al 112 que ofrecerá apoyo directo en momentos de crisis.

- Además, hay varias campañas contra el suicidio que se abren paso a través de redes sociales.


En conclusión:

Como hemos podido ver, el suicidio es una de las causas de muertes mayoritarias en el mundo. A través de este pequeño espacio queremos difundir información para enfrentarnos a este problema del que poco se habla por tabú. Tenemos que comenzar a diferenciar que es la depresión y como este trastorno (del que aún no disponemos de la total información) afecta de forma directa a la salud social y ser conscientes que en conjunto podemos ayudar a evitar el incremento de suicidios y, con el tiempo, reducirlos.