martes, 10 de diciembre de 2019

El embarazo y los gatos: La verdad sobre la toxoplasmosis


Los gatos ya se han convertido en parte de la familia, y es muy común, escuchar que durante el embarazo debemos deshacernos de nuestros amigos peludos debido a la temida toxoplasmosis; pero realmente ¿sabemos qué es y cómo se transmite?  Vamos a explicártelo para que puedas reducir el miedo a ella y además queremos darte alternativas al abandono.

Toxoplasma Gondii

La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito, llamado Toxoplasma Gondii. En general, suele ser una enfermedad leve asintomática y podemos no darnos cuenta de que estamos pasando la enfermedad. En el caso de presentar algún síntoma, estos son de corta duración y similares a una gripe.

La transmisión de la toxoplasmosis se da a través de los gatos, se infectan al consumir roedores y aves, que son huéspedes intermediarios que contienen los quistes. Los gatos las excretan a través de las heces, y de esta forma pasa al hombre al ingerir los quistes por las manos contaminadas. 
Los animales de granja, también suponen huéspedes intermediarios, es por ello que al ingerir carne de un animal infectado se pueden contraer toxoplasmosis (más frecuente en carnes de cerdo y cordero, y menos frecuente en el caso de carnes de vaca). Existe otra manera de transmisión de la toxoplasmosis  en raras ocasiones mediante el trasplante de órganos o las transfusiones de sangre.

¿Y qué pasa durante el embarazo? 

La toxoplasmosis puede verse complicada en casos de mujeres embarazadas, debido a que se puede pasar de una madre infectada a su bebé a través de la placenta. Los síntomas pueden ser casi imperceptibles pero ocasionando alteraciones en el feto. Si el contagio tiene lugar las primeras 26 semanas de embarazo se puede sufrir un aborto o a una muerte fetal, en el segundo trimestre de embarazo el feto podría sufrir daños graves como malformaciones cardíacas y durante el tercer trimestre de embarazo las consecuencias son menos graves si se toman medidas médicas ante un análisis de sangre que revele un posible contagio.

No hay que exagerar las posibilidades de contraer toxoplasmosis a través de los gatos, ya que solo se infectan en caso de que consuman carne cruda, pasadas tres semanas de la infestación pueden convertirse en inmunes y no transmitir la enfermedad, al igual que en el caso de las personas.

Por lo tanto, el riesgo de contagio de toxoplasmosis  durante el embarazo  es bajo, pero te proponemos algunas medidas de prevención para evitar este riesgo:

  • Antes de quedarte embarazada, puedes saber si eres inmune a la toxoplasmosis sometiéndote a un análisis de sangre llamado Toxo-test, si el resultado es positivo, significa que ya has padecido la enfermedad y que no corres peligro de infección durante el embarazo.  
  • Si tienes gato, puedes practicarle un análisis de sangre para saber si esta inmunizado contra la enfermedad.
  • Mantén a tu gato dentro de casa para que no contraiga el parásito al entrar en contacto con la tierra o con los pequeños animales infectados que intente cazar y/o comer.
  • Evitar el consumo de carnes crudas o mal cocinadas. Cocinar cuidadosamente todas las carnes y no probar la carne antes de que esté bien cocinada.
  • Lavarse bien las manos después de manipular carne cruda.
  • También es recomendable congelar los alimentos un par de días antes de consumirlos a una temperatura inferior a los 20 grados bajo cero, el toxoplasma gondii no es capaz de sobrevivir a temperaturas tan frías.
  • Uno de los tipos de alimentos que más riesgo tienen de contener el parásito responsable de la toxoplasmosis son los embutidos, incluido el jamón serrano y como se suelen comer sin cocinar se recomienda su congelación previa.
  • Ten cuidado con las heces de los gatos, intenta que sea otra persona quien limpie el arenero de la mascota o no las toques directamente, se recomienda el uso de guantes y mascarilla en caso de tener que hacer esta tarea.
  • Las frutas y verduras también deben ser lavadas a conciencia como medida de precaución, puesto que la zona de cultivo puede estar también contaminada por heces de animales. 
  • Evita el contacto con gatos callejeros.




Con toda esta información, ya tenemos claro que tenemos que hacer con nuestro gato: NADA QUE NO HAGAS A DIARIO. No hace falta que dejes de tener contacto con él aunque lo hayas oído, esto no es así simplemente es necesario tomar las medidas antes mencionadas.