jueves, 17 de diciembre de 2015

¿INTOLERANCIA AL TRIGO O CELIAQUÍA?



INTOLERANCIA AL TRIGO

La intolerancia al trigo se debe a una sensibilización a las proteínas específicas del trigo, por lo que el organismo de las personas que sufren este problema, al ingerir alimentos con trigo, reacciona frente a la sustancia manifestando síntomas parecidos a una leve alergia provocados por la liberación de histamina.
Los intolerantes al trigo pueden consumir otros cereales tales como la espelta, el centeno o la avena y deben tener especial cuidado con los productos sin gluten, ya que en algunos productos pueden haber eliminado el gluten pero aun así contener trigo.
Los síntomas más frecuentes de esta intolerancia son dolor de cabeza, cansancio, gases, diarrea, e inflamación y molestias intestinales. Y aparecen cuando se ha consumido trigo o alimentos que, aunque no lo parezca, lo contienen.
Ya que es una afección de difícil diagnóstico, normalmente, tras realizar las pruebas de celiaquía (una biopsia intestinal y un análisis de sangre) y dar resultado negativo, entonces se procede a cambiar la dieta y ver si hay mejoría. En ese caso, se diagnostica intolerancia al trigo.
Este problema puede curarse eliminando el trigo de la dieta, y después de un tiempo, probar a introducirlo poco a poco y observar si los síntomas vuelven a aparecer o han desaparecido definitivamente.

CELIAQUÍA

Es una enfermedad autoinmune que cursa con inflamación del intestino delgado producida por la exposición al gluten (conjunto de proteínas) que tienen ciertos cereales como el trigo, la espelta, el triticale, la escanda, el kamut, la cebada, el centeno, la avena… Y como resultado de ello, las vellosidades intestinales no son capaces de absorber los nutrientes correctamente. De manera que una persona celíaca puede tener pérdida de peso o desnutrición por malabsorción.
La celiaquía puede aparecer a cualquier edad y no tiene cura, por lo tanto, el único tratamiento es una dieta libre de cereales con gluten, pudiendo sustituirlos por arroz, maíz, quinoa, mijo o trigo sarraceno (que no es un cereal y por lo tanto, no tiene gluten). Los síntomas que sufren los celíacos son los siguientes: molestias intestinales, gases, diarrea y pérdida de peso inexplicable, aunque también puede aparecer estreñimiento, náuseas y vómitos.
Esta enfermedad se diagnostica mediante una analítica de sangre que incluye unas pruebas específicas para detectar la enfermedad celíaca, aunque no siempre se puede garantizar un diagnóstico preciso con este método. Por ello, es imprescindible realizar una biopsia intestinal para ver si la mucosa está dañada.

DIFERENCIA

La diferencia entre estos dos problemas tiene como origen el tipo de proteína que les afecta: a los intolerantes al trigo, la proteína específica del trigo, y a los celíacos, el gluten, que no sólo lo contiene el trigo, sino también otros cereales.


LA CESTA DE LA COMPRA DE UN CELÍACO

¿Sale más caro hacer la compra para una persona celíaca? Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE): “La cesta de la compra de los celíacos se encarece un 288,56% con respecto a personas que no padecen la enfermedad celíaca”.
Para conocer el gasto económico extra que supone para una persona que sufre esta enfermedad, la FACE ha elaborado un informe en el que han analizado el gasto en alimentación durante un año comparándolo con el de las personas no celíacas, y el resultado indica que una dieta libre de gluten es 1.468,72 € al año más cara.