miércoles, 4 de noviembre de 2015

TU BEBÉ: SUS PRIMEROS CUIDADOS

Seguro que después de dar a luz a tu primer hijo necesitarás saber algunos consejos:


ALIMENTACIÓN


En los primeros 3 meses, una de las elecciones más importantes que una madre debe hacer es si prefiere dar el pecho, o por el contrario, opta por dar leche de inicio.
Si  eres de las que prefiere dar el pecho, has de tener en cuenta que con esta opción también estas protegiendo a tu bebé de posibles enfermedades infecciosas, ya que las defensas de la madre pasan al bebé a través de la leche.
No te preocupes si al principio le cuesta mamar, intenta estar pendiente de las tomas para estar segura de que se está alimentado correctamente. Si el bebé pide leche asiduamente, no es necesariamente porque no coma bien.

Ten en cuenta que el estómago de un recién nacido es muy pequeño y se llena con facilidad
por lo que, en ocasiones, si han tomado leche en exceso, muchos bebés pueden expulsar parte de la leche regurgitándola.
Uno de los problemas más recurrentes en la lactancia son los gases, ya que ocasionan malestar al bebé. Para ello es bueno moverles las piernas de arriba abajo con suaves movimientos mientras le estás amamantando.


Si por lo contrario prefieres o no puedes darle el pecho a tu bebé tienes la posibilidad de darle biberón.

Preparación del biberón


Como ya sabemos la preparación del biberón al principio nos asusta un poco porque no sabemos como vamos a reaccionar ante esa situación. Aquí le mostraremos los pasos que hay que seguir para preparar un buen biberón.

1. Lavarse bien las manos.

2. Poner a hervir las tetinas y el biberón durante 5-10 minutos para esterilizar el material.
3. El agua que añadiremos para preparar el biberón debe ser embotellada de mineralización débil. Normalmente el agua tiene que estar tibia a unos 37ºC. Para calentar el agua puedes usar  el microondas, el baño maría o con un calientabiberones.
4. Primero hay que añadir el agua y después añadir la leche en polvo. Casi siempre suele ser la misma medida para todas las leches 1 cucharada rasa (cuchara que viene incorporada en los botes) por cada 30 ml de agua. Por ejemplo para preparar un biberón de 120 ml tendremos que añadir 4 cucharadas rasas de leche en polvo. Tu pediatra te indicara la cantidad necesaria para tu bebé.
5. Para saber que el biberón esta a la temperatura correcta nos dejamos caer unas cuantas gotas en el dorso de la mano.
6. Después se cierra el biberón y se agita muy bien para que se diluya bien la leche.

Hay diferentes tipos de leches, si le vas a dar biberón desde el nacimiento hasta los 6 meses se empieza por la de inicio. A partir de entonces la sustituiremos por leche de continuación.

HIGIENE


Uno de los puntos más importantes  dentro de los cuidados del bebé es la higiene.
Ya que aunque no se ensucian demasiado, es bueno tener claras ciertas dudas que surgen cuando el bebé ya está en casa.
Empecemos recordando que  al recién nacido no se le puede sumergir completamente hasta que no se le haya caído el cordón umbilical. Una vez se ha caído, se realizará el primer baño.
El jabón que utilizaremos será neutro, ya que la piel del bebé es muy delicada y deberemos  tener especial cuidado al regular la temperatura del agua.
Después del baño es conveniente secar muy bien al bebé y evitar que queden zonas húmedas, por lo que debemos poner atención en los pliegues de detrás de las rodillas, cuello, axilas e ingles. Además es un buen momento para que en caso de que tenga costra láctea (unas pequeñas costras blancas adheridas al cuero cabelludo), le puedas aplicar aceite de almendras para favorecer su caída de manera natural. Nunca deberemos intentar quitarle la costra y evitaremos que el bebé se las quite de manera accidental.
Las partes más delicadas del bebé son el culito y las zonas íntimas, ya que suelen irritarse con facilidad, ya sea por el roce con el pañal o por una mala higiene. Por ello utilizaremos a la hora del cambio de pañales, siempre que nos sea posible, una crema hidratante o leche limpiadora en lugar del talco o las toallitas, que suelen llevar alcohol que irritan la piel. Otra opción que también podemos tener en cuenta es dejar que se seque al aire durante unos minutos.

Cambio del pañal


1.  Antes de comenzar con el cambio de pañales, prepara todo lo que vayas a necesitar y déjalo cerca del cambiador para que puedas tenerlo a mano.
2. Tumba a tu bebé bocarriba en el cambiador y quítale la ropa de cintura para abajo.
3. Quítale el pañal sucio despegando las cintas autoadhesivas y levantado al bebé de las piernas mientras, con la otra mano, retiras el pañal. Dóblalo por la mitad y ciérralo.
4. Para limpiarle utiliza una toallita húmeda o una esponja y, levantándole las piernas un poco, límpiale de delante hacia atrás.  Hay que tener especial cuidado con esto sobre todo si es niña, ya que de no hacerlo así, podríamos provocarle una infección. Si es niño hay que tener más cuidado al limpiarle el pene, hay que lavarle sin retraer el prepucio, ya que estará adherido al glande y hasta los 12 meses no se les empieza a separar.
5. Seca cuidadosamente a tu bebé, prestando especial atención a los pliegues de su piel. Y aplícale un poco de crema hidratante por toda la zona.
6. Coge un pañal limpio, ábrelo y, levantándole ligeramente las piernas, ponlo debajo del culito de tu bebé.
7. Coloca la parte delantera alrededor de la cintura y comprueba que quede a la misma altura que la trasera. Ajústaselo lo suficiente sin que quede suelto ni que le apriete y bróchalo utilizando las cintas autoadhesivas de los laterales.




Amanda Rodríguez
Andrea Del Pino
Nuria Soto